El Battistero di San Giovanni de
estilo románico-pisano se encuentra al oeste del Duomo (Catedral),
en el mismo eje del anterior.
Lo diseñó casi por entero el Maestro Diotisalvi el
prestigioso arquitecto toscano de la época, quien empezó a construirlo
en 1152 – unos cien años después del Duomo- tal y como consta en las
inscripciones que hay en los pilares situados junto a la puerta de
entrada.
Diotisalvi concibió un edificio religioso de enormes proporciones en
mármol blanco y de planta circular en conmemoración a la “Rotonda de
la Anástasis”, el grandioso mausoleo situado
sobre el Santo Sepulcro de Jerusalén.
El arquitecto dirigió las obras del Baptisterio desde 1152 hasta
1180, aprox., hasta que la parte superior de los arcos del primer nivel
de la fachada se terminaron de construir y hasta que las columnas y los
pilares interiores estuvieron acabados.
En 1260 el célebre escultor italiano Nicola Pisano dio continuidad a las obras del Baptisterio, que habían quedado
interrumpidas durante décadas, aumentando la altura del Baptisterio
mediante el posicionamiento de dos cúpulas. La superior y más pequeña de
ellas es de forma cónica con la cima recortada y está situada sobre la
principal en forma de hemisferio. A Nicola Pisano le sucedió su hijo Giovanni. Las obras prosiguieron sin interrupción alguna durante unos dos siglos,
por lo que se observan elementos procedentes de dos estilos distintos,
fundamentalmente. Los arcos ciegos que están situados en la parte baja
de la fachada son de estilo románico-pisano, mientras que las pequeñas
galerías superiores son de estilo gótico.
El Baptisterio de San Giovanni de Pisa, cuya construcción y
ornamentación interior se terminó en el siglo XIV, está considerado como
el mayor de su estilo en el mundo de la Cristiandad. Tiene más de 107
metros de circunferencia y la cúpula mide 75 metros de altura.
En el centro de la planta se encuentra la elegante pila bautismal
octogonal de mármol blanco, obra del insigne escultor gótico lombardo Guido
Bigarelli da Como. Junto a la pila está situado el sobresaliente e innovador púlpito de
mármol blanco de Nicola Pisano, quien empezó a realizar la obra
en 1260.
El gran púlpito se sustenta sobre una columna central instalada en
un pedestal con imágenes grotescas y representaciones de animales,
basadas en imágenes de antiguas religiones paganas, y seis columnas
externas. De éstas, tres de ellas reposan sobre lomos de leones que
están decorados con diseños románicos que representan el triunfo del
Cristianismo.
Las columnas están rematadas con capiteles góticos espléndidamente
tallados.
Los arcos que conforman el púlpito cuentan con valiosos paneles
labrados con las imágenes de los profetas, los evangelistas, San Juan
Bautista y las virtudes. Además, Nicola Pisano talló una larga serie de
escenas que describen la vida de Nuestro Señor Jesucristo, comenzando por la
Anunciación de la Virgen y terminando por la Pasión de Jesús y el Juicio
Final.
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